Con la pulsera de los nudos afortunados nos sentiremos protegidos, a la vez que sólo atraeremos cosas positivas a nuestra vida, eliminando y rechazando cualquier energía negativa. Los nudos son atados recitando mantras.
Durante siglos, los mantras han sido usados en la práctica espiritual para enfocar y transformar la energía sutil.
Las energías curativas despertadas por el sonido del mantra son inherentes a la psiquis. En la tradición budista, estas fuerzas positivas son caracterizadas como divinidades: manifestaciones de una fuerza transformadora que se encuentra en nuestra mente.
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