Ágata

Ágata

COLOR

Claro o blanco lechoso, gris, azul , verde, rosa, marrón.

APARIENCIA

Cerosa y suave, generalmente con bandas, y aveces translúcida con pequeños cristales, diversos tamaños.

PROCEDENCIA

Estados Unidos, India, Marruecos, República Checa, Brasil , África

ATRIBUTOS

Formada a partir de cristales de cuarzo microscópicos extendidos por bandas, éste es un cristal muy estable. Las ágatas son piedras que sirven para asentar las energías y aportan equilibrio físico, emocional e intelectual.

El ágata tiene el poder de armonizar el yin y el yang, las fuerzas positivas y negativas que mantienen al Universo en su lugar. Es una piedra calmante y aliviante, y trabaja despacio pero aporta una gran fuerza. Sus múltiples capas pueden traer a la luz información oculta.

Psicológicamente, el ágata facilita delicadamente la aceptación de uno mismo, fomentando la autoconfianza.

Las ágatas mejoran la concentración, la percepción y las habilidades analíticas,  potenciando así la función mental, te dirige hacia soluciones prácticas.

Emocionalmente, este cristal supera la negatividad y la amargura del corazón. Sana la ira interna, fomentando el a mor y el coraje para volver a empezar.

Espiritualmente, el ágata eleva la conciencia y vincula con la conciencia colectiva y la conciencia de la unidad de la vida. Anima la contemplación serna y la asimilación de las experiencias de la vida, conduciendo al crecimiento espiritual y a la estabilidad interna.

A NIVEL TERAPÉUTICO

El ágata estabiliza el aura, eliminando y transformando las energías negativas. Su efecto limpiador es poderoso, tanto a nivel físico como emocional.

 

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